Impetuoso pero con gran sentido del humor, y dotado con un gran talento para el drama, nacía el 23 de febrero de
1685 en Halle (Alemania) en que sería uno de los más grandes compositores ingleses: Georg Friedrich Haendel.Estudiante de violín, clave, armonía y contrapunto con
F. Zachow pese a la oposición de sus padres, Georg Haendel (1622-97) y Dorotea Taust (1651-1730), que deseaban una carrera de leyes para su hijo, en 1702 es ya Organista en la catedral de Halle, al tiempo que estudia en la Universidad de dicha ciudad, estrenando el 17 de febrero de 1704 en Hamburgo su oratorio La Pasión según San Juan.En
1706 se traslada a Italia invitado por el príncipe Ferdinando de Medici, en este viaje visita Nápoles y Venecia, entablando relación con Corelli y con D. Scarlatti, lo que influirá decisivamente en su música camerística posterior. esta es una de las etapas musicales más interesantes de Haendel, en la que se aprecia una nueva pasión expresiva.De nuevo en Alemania, en
1710 se instala en Hannover como Kapellmeister del Elector, cargo que acepta con la condición de que se le permita viajar a Londres durante un año, y allí marcha en 1712, terminaría por adquirir la nacionalidad inglesa en 1727, y pronto obtiene el favor económico de la reina.A partir de
1713 Haendel compone para varias Academias y Teatros de Opera, embarcándose en negocios musicales que estuvieron a punto de arruinarle pese a su fino sentido para la música dramática, hasta el punto de que su obra orquestal no deja de ser más que una copia de esta forma. Conocido como el inventor del oratorio inglés, mantiene en éstos aquella forma de la ópera que tanto le impresionó en Italia, pues de hecho, su música que resulta ser un compedio del saber alemán, inglés, francés e italiano, presenta las huellas ineludibles del estilo italiano.
En
Compositor de la Capilla Real en
1723, comienza a perfilarse un Haendel maduro con un sentido empírico aplicado a su música que pese a que gusta de la improvisación como elemento imprescindible de su técnica compositiva, elude el aventurarse en viajes armónicos imprevistos.En
1741 viaja a Dublín, donde su música es acogida con entusiasmo. Diez años después una enfermedad en la vista lo deja completamente ciego, falleciendo el 14 de abril de 1759 en Londres.