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Nikolai Rimski-Korsakov
(1844-1908)

       Nacido en Novgrorod (Rusia) el 18 de marzo de 1844 en el seno de una familia con tradición militar, ingresa en 1856 en la Escuela de Marina de San Petersburgo compaginando la enseñanza militar con la musical.

       En 1859 comienza a estudiar piano con F.A. Canille quien lo pone en contacto con el repertorio clásico y romántico. También por mediación de Canille, Nikolai entra en contacto personal con Cesar Cui, Balakirev -con el que ese mismo año comienza a estudiar- y Modest Musorgsky.

       Profesor de orquestación y composición en el Conservatorio de San

      Petersburgo desde 1871, se llegan a encontrar entre sus alumnos Liadov, Glazunov, Miaskovsky, Stravinsky y Prokofiev. Al año siguiente, 1872, contrae matrimnonio con Nadezhda Purgold, mujer de gran caracter y conocimientos musicales que que apoya plenamente el trabajo de composición de su marido colaborando personalmente en muchas de sus correcciones.

       En 1873 toma a su cargo todas las orquestas militares de la marina rusa al ser nombrado Inspector de las bandas Militares, este cargo, que en principio debía ser honorífico, fue tomado por el compositor de forma verdaderamente seria, y debido al trabajo se vió obligado a abandonar la composición durantes algunos años.

       Dos años después, en 1875, fue nombrado Director de la Orquesta de la Escuela Libre de Enseñanza.

       En 1881 tras la muerte de Musorgsky , Rimski-Korsakov se hace cargo de completar, corregir y publicar las obras que había dejado incompletas el compositor y amigo fallecido.

       Comenzada la última década del siglo, en 1892, comienza su crisis física y mental. Tiempo después, en 1905, se alinea con el movimiento popular de protesta acaecido en la Rusia zarista y ello le cuesta la pérdida de cargos públicos.

       Rimski-Korsakov murió en San Petersburgo el 21 de junio de 1908 a los 64 años de edad.

       Gran conocedor de la orquestación, de hecho en 1891 escribe su célebre tratado Principios de Orquestación , carecen no obstante sus obras de la coherencia que requieren los movimientos entre sí por lo que sus piezas para orquesta presentan la forma de cuadros orquestales como es el caso de el Capricho Español o de Sheherazade .

       Por otro lado, sus mayores esfuerzos los dedica a las óperas, en las que hay que señalar que se denota su falta de talento dramático.

       Tal vez fuera la severidad de su autocrítica lo que hizo que al no confiar en sus posibilidades no compusiera todo lo que pudo dar su talento musical.

 
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